Francis Ngannou, campeón oficial de los pesos pesados en UFC, ha cargado contra Dana White y la organización
Francis Ngannou, quien ostenta en la actualidad el cinturón del campeón de los pesos pesados de UFC, ha criticado duramente a la organización de esta competición, y también al sistema organizativo. No se siente querido ni respetado por esta empresa que cada día gana más adeptos y simpatizantes.
Ngannou se alzaba con la victoria de esta categoría hace tan solo 5 meses, con un contundente K.O contra el estadounidense con ascendencia croata, Stipe Miočić. Pero el sistema de puntuación y de organización que tiene esta competición, ha dado como campeón a otro luchador, solo meses después de que Ngannou se alzara con este título.
Nos explicamos. En UFC existe un titulo, llamado ‘campeón interino’, que se le concede a un luchador cuando la organización estima que el actual campeón oficial no está preparado para batirse en duelo con otro de los luchadores dispuestos a arrebatarle el título. Es el caso de Ngannou. Cuando Dana White, CEO de UFC, le propuso luchar para defender su título en el UFC 265 en agosto, éste lo rechazó porque no estaba preparado. Así que se creó un evento entre dos grandes luchadores, en este caso Derrick Lewis y Ciryl Gane, para que lucharan por el campeón interno de los pesos pesados.
Francis Ngannou se siente ninguneado por UFC: “Me faltan al respeto”
Con respecto a este movimiento de la organización, el camerunés se ha sentido menospreciado y ninguneado, solo por rechazar pelear en el evento 265 de agosto.
“Hace unos meses que me dieron el cinturón de campeón de peso pesado de UFC, y solo unos meses después ya están hablando de que alguien más será campeón. A veces ni siquiera estoy seguro de si yo soy el campeón de esta categoría. Es confuso y frustrante” comentaba el luchador africano a la revista GQ.
Francis quería defender su título en septiembre, solo un mes después del que se le propuso UFC. Pero según el campeón de los pesos pesados, es todo cuestión de dinero y de negocios: “Todo fue un negocio, y UFC quería hacer un pago por evento en Houston a toda costa (…) Sabía que no era el momento adecuado para mí, pero querían hacerlo sin importarles nada más que el dinero”