Ser bajito en el fútbol es más una ventaja que un hándicap
Ser un jugador alto o bajo en el fútbol, importa poco para llegar a ser una gran estrella, porque la altura es relativa en el mundo del balompié.
Incluso pueden tener más ventaja los jugadores más bajitos, puesto que da rapidez, versatilidad y agilidad. Un ejemplo actual es el de Leo Messi, aunque se le apode “La Pulga”, tiene una estatura media, mide 1.70 cm. Otro ídolo argentino y del fútbol mundial fue Maradona, a quien se le apodó el «Pelusa» por su pequeño tamaño, 165 cm, además de por su peinado.
Ahora sí, vamos a hacer un repaso de algunos de los jugadores más bajitos que han pasado por el fútbol mundial, tanto en la historia del fútbol como en la actualidad.
Diego Armando Maradona
Se le conocía como “el pelusa”, tanto por su peinado como por su 1.65 de altura. Ha sido catalogado por la totalidad de los medios como el mejor jugador en la historia del fútbol Mundial.
Maxi Moralez
‘Frasquito’, como era conocido, apenas llegaba a 1.60 metros de altura, pero con una enorme calidad.
Keko Villalva
Daniel ‘Keko’ Villalva, argentino con mucha calidad, que milita en el Goiás brasileño, con 1.55, es uno de los futbolistas más bajos de la historia.
Diego Buonanotte
Jugó en España, en el Málaga y el Granada. Con 1.59 es prácticamente indetectable en el área.
Aaron Lenon
Aaron Lenon mide 1.66 metros y aún sigue en activo, juega en el Burnley de la Premier League.
Sebastián Giovinco
Nueve temporadas en la Juventus y una dilatada carrera que consiguió con tan solo 1.60 de altura.
Pablo Piatti
Pablo Piatti, que actualmente juega en el Elche CF, mide 1.62.
‘Papu’ Gómez
Papu es talento puro y, con tan solo 1.65, tiene una técnica al alcance de muy pocos.
Samuel Lee
Exfutbolista inglés que jugaba de volante. 1.57 de altura con una dilatada carrera profesional.
Rui Barros
Rui Gil Soares Barros, fue un futbolista portugués con 1,59 metros de estatura, jugaba en la posición de centrocampista.
Los anteriores son sólo alguno de los ejemplos de que en el fútbol ser bajito es una ventaja, no un hándicap.