Un reciente estudio hecho por expertos han analizado ciertos compuestos plásticos que existen en algunos tipos de mascarillas que acarrearía efectos en la salud
¿Hasta que punto es sano el uso continuado de las mascarillas?. Cierto es que después de llegar la pandemia a nuestras vidas hemos tenido que acostumbrarnos a que la mascarillas faciales sean parte de nuestra vida cotidiana.
Pero ¿estamos informados de los tipos de mascarillas?, ¿Cuáles podemos usar?, ¿Cuántas horas podemos llevarla puesta?, ¿Se pueden reutilizar?, y es que debemos reflexionar a todas estas preguntas…
A pesar que el uso de mascarillas se ha extendido a nivel mundial, todas estas preguntas siguen sin tener una respuesta clara creando una gran confusión entre la población. Es más, incluso se ha llegado a plantear si las mascarillas deberían quedarse para siempre con nosotros.
Poco a poco hemos obtenido información de los expertos sobre el comportamiento del SARS-CoV-2, por lo que ya sabemos que la principal línea de contagio es mediante los aerosoles. Es por ello, que la OMS ha reconocido que «llevar una mascarilla médica era una de las medidas de prevención que podía limitar la propagación de ciertas enfermedades virales respiratorias, incluida la covid-19».
Algunos estudios han evaluado que existen ciertos riesgos el usar mascarillas faciales de forma habitual y prolongada. Según se ha observado se genera apariciones de maskacné. Se trata de apariciones de acné en el rostro a causa del taponamiento de los poros los cuales provoca humedad y ese vapor se genera a la hora de hablar y respirar con la mascarilla puesta.
Recientemente se ha publicado que se han detectado componentes de plástico en ciertos tipos de mascarillas, así como la liberación de dichos niveles plastificantes durante su utilización.
Hay que decir que las mascarillas faciales se fabrican con polipropileno, poliestireno, polietileno y poliéster. Estos polímeros están hechos con compuestos químicos, plastificantes y retardantes de llama.
Analizamos diferencias entre las mascarillas quirúrgicas como la KN95, FFP2, FFP3, de telas y reutilizables. En ellas se puede detectar que existen componentes de plásticos organofosforados con unos niveles de 0,02 hasta 27,7 de microgramos por mascarilla.
Los niveles más altos las contienen las mascarillas KN95, mientras que los niveles más bajos las contienen las mascarillas quirúrgicas. Estos niveles de plásticos presentes en las mascarillas son deprendidos de ellas por lo que es posible que lo inhalemos durante su uso.
Además el consumo de mascarillas desechables ocasionan grandes cantidades de residuos que no se reciclan, por lo que dañan al medio ambiente. Observamos que las mascarillas higiénicas usadas contienen un peso entre 2,5 gramos, mientras que las de tela pesan unos 7 gramos. Por ende estaríamos originando entre un 0,2 y 6,3 millones de toneladas de residuos al año debido a las mascarillas faciales.
¿Qué mascarillas utilizar? Las más recomendadas para minimizar contagios y estar bien protegidos frente al virus sería las mascarillas tipo FFP2 para los lugares cerrados y quirúrgicas para ambientes exteriores.
Se descartaría las mascarillas KN95, puesto que en países de Europa incluyendo España fueron prohibidas a principios del 2021 el uso de estas al no cumplir todos los requisitos impuestos. Solo están permitidas hasta que acaben sus existencias en stock.
Las mascarillas de tela reutilizables deberían ser homologadas y se descartarían las confeccionadas de forma casera.